Nor Madrid y la piedra filosofal

Tengo un amigo en Madrid llamado Nor, que un día paseando por El parque del retiro tropezó con algo que le causó un extraño calambre en el pie. Serían al rededor de las seis de la tarde y ya el sol comenzaba a esconderse tras el follaje de los árboles que sin proponerselo comenzaban a ceder al llamado del otoño.

Mi amigo miró al suelo para ver con qué había tropezado y de pronto vio una piedra rojiza que destellaba ante sus ojos. Era tan bonita que mi amigo no dudó en recogerla y echarla en su mochila sin si quiera cuestionarse de donde había salido aquella piedra tan diferente a las demás.

Mi amigo salió del parque por el portón que da a la Calle de Alfonso XII y encontró un edificio de ladrillos rojos y piedra gris ante sus ojos, que ponía “Casón del buen retiro”. Habría pasado inadvertido a sus ojos de no ser porque uno de los ladrillos rojos destellaba igual que su piedra.

Entonces Nor entró en el edificio y descubrió que había allí una biblioteca. El pedrusco pesaba más que nunca y mi amigo estaba cansado, por eso varias veces pensó en dejarlo tirado, pero era demasiado hermoso como para hacerlo, por lo que decidió tomarse un descanso y se sentó frente a una estantería llena de libros.

Pero cual no fue su sorpresa, cuando alzo la vista, uno de los libros también destellaba como su piedra. Nor se asustó muchísimo, y no dudó en tomar aquél libro en sus manos. Casi se desmaya cuando ve su título: “Nor Madrid y la piedra filosofal”

Al abrirlo quedó más perplejo aún. En la primera página decía: “Hola Nor, hace más de cien años he estado esperando que llegaras, tu piedra filosofal es ahora 10 veces mayor”

Nor cerró el libro de un sopetón asustadísimo y corrió a su mochila a ver la piedra y su sorpresa fue mayor aún al descubrir que había crecido 10 veces, por eso le pesaba tanto. La biblioteca estaba solitaria y Nor no sabía cómo reaccionar, su corazón se había acelerado, respiró profundo y una sonrisa le heló el alma.

Poco a poco caminó hacia el libro rojo y lo tomó en sus manos nuevamente. Continuó leyendo en sus páginas: No te asustes Nor con lo que vas a escuchar, tú tienes en realidad más de 100 años, has nacido el 27 de septiembre de 1911, pero sólo tu Facebook lo va a mostrar así, cuando eras pequeño, tu bisabuelo colocó en tu cuello una cadenita con la piedra filosofal que jamas te dejaría envejecer. Pero un día la perdiste y un español se la encontró y se la llevó a Madrid donde después la perdió en El parque del retiro. 

Desde entonces tu destino ha tejido los hilos de tu vida como una araña para que llegases hasta ella. Por eso estudiaste química para poder entender lo que ahora vas a escuchar.

La piedra que tienes en tus manos es capaz convertir los metales innobles en oro dándoles una protección especial frente a la corrosión y un valor incalculable.

La piedra filosofal es una aleación de 13 metales: platino, paladio, rutenio, rodio, osmio, iridio, mercurio, bohrio, hassio, meitnerio, darmstadtio, roentgenio y copernicio. Se formó en la explosión de una estrella y cayó en la tierra de manos de un fragmento de meteorito ante los ojos de tu bisabuelo.

La suave radiación que escapa de la piedra tiene propiedades altamente hidratantes en tus células, por lo que puede curar cualquier enfermedad y no dejarte envejecer, tienes en tus manos una especie de panacea universal. Tu bisabuelo no quiso usarla para dártela a ti, sin saber que cada vez que partes la piedra, esta se multipica en diez minutos por diez.

La piedra filosofal tiene el poder de la transmutación, es decir, cambio de la naturaleza de un elemento mediante alteración de sus cualidades. Por lo que en tus manos tienes una mina de oro. Ahora eres el hombre mas rico del mundo Nor, pero puedes hacer con ella dos cosas.

Enriquecer indefinidamente o curar a la humanidad. ¿Qué harás?

Ahora Nor sólo le preocupa descifrar un extraño código que viene en el libro con la clave, por eso busca desesperadamente un lector de códigos QR para descubrir qué dice aquí:

 Autor: Jorge Gonzalez